lunes, 2 de agosto de 2010

El origen.

El Alcázar de Toledo tiene sus orígenes en una fortaleza, construida por los romanos y modificada y adaptada por visigodos y árabes. El rey Alfonso VI, tras la conquista de la ciudad, fijó su residencia en él. Esta tradición la siguieron Carlos I y Felipe Ii tras la reconstrucción efectuada en 1535.
El edificio fue destruido durante la Guerra de Sucesión, hacia 1710. En 1771, Carlos III lo cede al Cardenal Lorenzana para que fundara la Casa de la Caridad. Sin embargo, el edificio vuelve a sufrir un nuevo desastre y es incendiado por las tropas de Napoleón en 1810. Por este motivo, será reedificado en 1882, momento en el que se instala la Academia General Militar. Pero de nuevo conoce la desgracia, y otro incendio lo destruye apenas siete años después. De nuevo será construido y dedicado al mismo fin de academia militar, hasta el asedio sufrido en la Guerra Civil.
Tras su reconstrucción en la década de 1950, respetando la estructura antigua del edificio, debida a Alonso de Covarrubias, se crea el Museo del Asedio y se traslada a él una sección del Museo del Ejército. 
Actualmente alberga la Biblioteca de Castilla - La Mancha y el Museo del Ejército al completo, uno de los más importantes del mundo en cuanto a fondos y extensión.

Fuente: www.liceus.com