Cronología

21-7-1936
El Capitán Vela Hidalgo, lee la declaración de "Estado de Guerra"a las 7 de la mañana en ZocodoverLos sublevados distribuyeron fuerzas por la ciudad: Hospital de Tavera, Fábrica de Armas, Convento de los Carmelitas Descalzos, Bancos, Ayuntamiento, Catedral, Plaza de Zocodover, Correos, Teléfonos, Matadero, Cuartel de Asalto (Plaza de Padilla), Prisión Provincial, puertas de la muralla y puentes sobre el Tajo. Los guardias civiles llenaron camiones de munición en la Fábrica de Armas con destino al Alcázar. El Ministerio de la Guerra ordenó el bombardeo aéreo de los sublevados; a las 18 horas, el último de los camiones fue alcanzado de lleno cuando estaba llegando a su destino.
Las tropas republicanas enviadas de Madrid,  primero llegaron al Hospital de Tavera, pero volvieron a dirigir su ataque hacia la Fábrica de Armas por el intenso fuego que recibían desde el Hospital. Un destacamento de 200 guardias civiles estacionado en la Fábrica de Armas empezó a negociar con los republicanos. Durante estas conversaciones, la Guardia Civil envió carros cargados con la munición de la fábrica al Alcázar antes de evacuar y destruir la fábrica. Riquelme telefoneó esa noche al sublevado Moscardó conminándole a rendirse.

22-7-1936
 Entra en Toledo la columna madrileña: dos compañías de infantería, guardias de asalto, una batería de 105mm y un número indeterminado de milicianos ácratas de las «Águilas Libertarias»; además, una compañía de ametralladoras del Regimiento León nº 2 y milicianos del Colegio de Abogados de Madrid, lo que hace un total aproximado de 2500 hombres, en su mayoría profesionales de la milicia, frente a los 1250 del Alcázar,  Esa noche el ministro de Instrucción Pública, Francisco Barnés, volvió a apelar a Moscardó, para que se rindiese.

23-7-1936
El Coronel Moscardó recibió la llamada del representante del Frente Popular, el diputado D. Cándido Cabello quien le conminó a rendirse adviertiéndole que de no hacerlo así, su hijo Luis, quien había sido detenido, sería fusilado.  La amenaza de matarle no se materializó de momento sino que fue enviado a la Prisión Provincial (acusado al parecer, de ser hijo del Coronel Moscardó) pero un mes después de estos hechos, tras un bombardeo aéreo, los milicianos asaltaron la prisión, lo incluyeron en una saca de, al menos, cuarenta prisioneros y fue fusilado.

24-7-1936
En respuesta a la amenaza de asesinar a Luis Moscardó, los sitiados realizaron una salida para capturar rehenes y recoger alimentos. Se produce la detención y asesinato del Teniente de Alcalde del Ayuntamiento de Toledo, el ex-diputado, periodista y líder histórico de la UGT-PSOE Domingo Alonso Jimeno.

 25-7-1936
Ante la imposibilidad de comunicarse por radio por falta de electricidad, el capitán Luis Alba Navas salió del Alcázar con la intención de enlazar con las tropas del general Mola y hacerles ver que la rendición del Alcázar difundida por Unión Radio de Madrid ese día era completamente falsa. Para pasar inadvertido se vistió con un mono azul de miliciano. En las proximidades de Torrijos fue reconocido por un antiguo soldado que había estado a sus órdenes; lo apresaron y fue asesinado cerca de Burujón.
A Riquelme le sucede en el mando de la plaza el teniente coronel de infantería Francisco del Rosal, y a éste el comandante Ulibarri a finales de julio. El gobierno de la República trasladó a Toledo piezas de artillería de gran calibre. Se confiaba entonces en un pronto desenlace, pues la situación en el Alcázar era dramática: los alimentos escaseaban, el agua estaba racionada y la moral estaba muy baja. Se producían suicidios y deserciones . La moral se intentaba mantener con la publicación de un periódico tirado a multicopista, El Alcázar, a cargo de Amadeo Roig.

14-8-1936
Los republicanos cambiaron de táctica después de constatar que las defensas de la zona norte del Alcázar habían sido notablemente reducidas. Durante las 5 semanas siguientes, los republicanos atacaron once veces la casa del Gobierno Militar, pero fueron repelidos en cada uno de ellos.

9-9-1936
Un enviado de los republicanos, el Comandante Rojo entró en el Alcázar para hablar con el Coronel Moscardó acerca de una posible rendición. El Coronel la rechazó, pero pidió un sacerdote para bautizar a dos niños recién nacidos durante el asedio y también para decir misa.

11-9-1936
Vázquez Camarasa, canónigo magistral de Madrid con ideas izquierdistas, entró en el Alcázar la mañana del 11 de septiembre y confesó a los sitiados. Esa tarde, Rojo habló con Moscardó acerca de una posible evacuación de las mujeres y los niños. Las mujeres unánimemente contestaron que no querían rendirse y que estaban dispuestas a empuñar las armas para defender el Alcázar.

13-9-1936
El embajador chileno en España, Aurelio Núñez Morgado, habiendo oído que los anteriores intentos de rendición habían resultado fallidos, fue el 13 de septiembre a intentar la rendición del Alcázar. El coronel Moscardó envió a su ayuda de campo para saludar al embajador por un altavoz y para decirle que le prestarían atención sólo si el mensaje se cursaba «a través del Gobierno Nacional de Burgos». A partir de ese momento ya no hubo diálogo.

18-9-1936
Desde el 16 de agosto, los republicanos habían estado cavando para introducir dos minas en la parte sudoeste del Alcázar. La mañana del 18 de septiembre, las minas fueron detonadas por orden de Francisco Largo Caballero, destruyendo completamente la torre sudoeste del edificio y matando a los dos defensores que se encontraban en ella.
Aproximadamente 10 minutos después de la explosión, los republicanos lanzaron cuatro ataques contra el Alcázar con la ayuda de carros blindados y tanques. El ataque fracasó a causa de la enconada resistencia de los defensores pero los republicanos respondieron con continuos bombardeos de artillería durante la noche y durante todo el día siguiente.

21-9-1936
El bombardeo de los edificios periféricos dio buen resultado pues la comunicación entre ellos y el Alcázar llegó a ser imposible. La retirada de los edificios fue ordenada la noche del 21 de septiembre, la guarnición fue utilizada para defender lo que quedaba del Alcázar.

22-9-1936
Por la mañana, los republicanos atacaron los edificios periféricos, pero el progreso fue muy lento porque desconocían que los edificios habían sido abandonados.
23-9-1936
A las 5 de la mañana los republicanos asaltaron las brechas del norte del Alcázar y sorprendieron a los defensores lanzando granadas y dinamita. Los nacionales fueron forzados a retirarse al patio del Alcázar pero contraatacaron para hacer retroceder el asalto. Un nuevo asalto al Alcázar se intentó por la mañana; esta vez un tanque condujo la carga. 45 minutos después de que los soldados republicanos hubiesen atacado las brechas el ataque se había paralizado.

26-9-1936
Las columnas nacionales tomaron la localidad de Bargas, seis kilómetros al norte de Toledo. La posición de los republicanos se tornó desesperada.

27-9-1936
Los republicanos intentaron un asalto final sobre el Alcázar. El ataque fue rechazado y poco después el Ejército de África se dirigió desde Bargas a Toledo y dio final al asedio. Cuadrado ante el general José Enrique Varela el coronel Moscardó dijo la famosa frase: «Mi general, sin novedad en el Alcázar».

Fuentes: Wikipedia y www.esacademic.com